Eficaces y sencillos ejercicios para mantener los pies sanos, y también conservar la salud de tus tobillos, cadera y rodillas. Tus pies te lo agradecerán y además se sentirás maravillosamente.
Los pies son extremadamente importantes para todo el cuerpo. Son fundamentales para el control del equilibrio corporal, la postura, y para ayudar a aliviar el dolor en algunas áreas. Con el tiempo, se deterioran, y es posible que te resulte doloroso caminar.
Nuestro equilibrio se ve afectado por la cantidad de presión que ponemos en los pies, por lo que el dolor en uno de ellos conduce a un desequilibrado caminar, y estar de pie. Por otro lado, el ejercicio regular aumenta el flujo sanguíneo y fortalece los músculos. El equilibrio adecuado soportará la postura corporal y una alineación adecuada de los músculos y los huesos del cuerpo.
1. Subir los talones
Coloca tus pies en un escalón pero saca tus talones de él, sube y baja y repite al menos 10 veces este ejercicio, de 3 a 5 veces a la semana. Los músculos de los gemelos y ligamentos cercanos al talón son increíblemente importantes para la salud de tus pies.
2. Estirar el arco
Elimina el dolor del arco y mejora el movimiento de tus pies con este simple ejercicio en el que solo es necesario sentarse en una silla y poner uno de los pies en tu rodilla. Enseguida, toma los dedos de tus pies y tíralos delicadamente hacia atrás; con esto estiraras el tendón y el tejido muscular que conecta el talón con los dedos. Es recomendado realizar este ejercicio por 10 segundos repitiendo 10 veces con cada pie.
3. Estiramiento de dedos
Los músculos de los dedos de tus pies también necesitan cariño pues tienen una importante función, ya que por ejemplo el del dedo ¨gordo¨ mejora el equilibrio e incrementa la flexibilidad del pie.
4. Ejercicio con pelota de tenis
Este ejercicio consiste en colocar una pelota bajo tu pie y presionar un poco. Repetir por un minuto y enseguida cambiar de pie; así ayudarás a la activación de tu circulación.
5. Mover cosas con los pies
El ejercicio puede realizarse de pie o sentado. Coloca una pequeña toalla en el suelo frente a ti y trata de tomar la toalla con los dedos de tus pies y enseguida tirar la toalla hacia ti. Puedes intentar tomar otra cosa con tus pies y es recomendable realizar esta acción de 4 a 5 veces con cada pie.